miércoles, 23 de octubre de 2013

Política y libertad


Antes de desarrollar nuestro análisis debemos decir que éste será siempre inacabado, dado que, reflexionar de manera profunda, precisa de un espacio mucho más amplio donde se pueda ahondar en aspectos tan esenciales como la historia de la humanidad en el contexto de las Formaciones Económico Sociales, estableciendo una caracterización sociocultural y antropológica (en todas las ramas que a ellas se vinculan de manera directa o indirecta), que le dan al tema un carácter complejo.

En el Diccionario de filosofía en CD-ROM Herder, Barcelona aparece la siguiente definición sobre política:

"Del término polis deriva «política» (politiké, politeia), o arte de gobernar la polis o la comunidad de sus ciudadanos (politai).

El origen de las polis se remonta hacia la primera o segunda mitad del siglo VII A.C., como un largo proceso de reorganización social posterior al fin de la antigua monarquía micénica, momento en que se produjo la unificación entre unos núcleos urbanos y el campo circundante que creaba la estructura típica de las polis."

Podemos decir entonces que la política en sus inicios fue, de acuerdo a las condiciones en que emergió, un fenómeno de profundas raíces sociales y culturales y en las que el factor organizativo jugó un papel primordial.

Por otra parte, la ubicación geográfica también jugó un importante papel en la conformación de la política y es por ello que, aun cuando ésta tuviera rasgos comunes en cada polis, existían diferencias en su constitución y a su vez diferente formas de regirse, en las que se definían entre otras cosas, cuestiones tales como: quienes tenían derecho a la libertad y quienes no, los derechos políticos de los extranjeros, las mujeres y los menores, así como la manera de adquirir la ciudadanía en una polis.

La relación de la política con la libertad ha sido tratada ampliamente, sin embargo sobre el término libertad existen diversas acepciones y puntos de vistas, que dependen del ámbito en el que se analiza. En general la libertad, está concebida como la capacidad de actuar según la propia decisión, por tanto, según el ámbito donde se ejerce la decisión, puede hablarse de diversas clases de libertad.

Así entonces, varios autores al hablar de libertad, definen dos vertientes generales en las que engloban la libertad sicológica y la libertad moral, donde la primera se refiere, a que el individuo no se halla en la condición de esclavo, siendo éste el referente en la antigüedad griega y romana, sin embargo, en la actualidad es considerada como la autonomía de la cual goza el individuo frente a la sociedad, refiriéndose a la libertad política o civil, garantizada por los derechos y libertades que amparan al ciudadano. La segunda es, normalmente, la capacidad que posee el individuo, dueño de sí, de no sentirse obligado a actuar a instancias de la motivación más fuerte.

Ambas libertades están ligadas a la libertad de la voluntad del individuo, en la que éste puede escoger el motivo por el cual se decide a obrar de una u otra manera, o simplemente a no obrar.

Evidentemente existe una relación indisoluble entre política y libertad donde la primera, se convierte en vehículo a través del cual las sociedades encuentran y establecen la garantía de que se cumpla el convenio entre la mayoría de los ciudadanos (gobernados), y aquellos (ciudadanos también), elegidos por ellos (gobernantes), mediante una especie de pacto que deviene en constitución como sistema de normas jurídicas que pretende regular los aspectos fundamentales de la vida del estado, en la que se recoge de manera expresa, el sentir de la mayoría. La política es además la actividad humana concerniente a la toma de decisiones que conducirán el accionar de la sociedad toda.

"La política es un ámbito de lo más propio, tiene que ver la consideración de nuestra libertad, en el sentido de una “actitud política” o sea, el establecer acuerdos con los otros sobre aquello que nos afecta en común, se refiere a cómo se organizará la existencia del grupo social, ya que “para ser plenamente humanos se tiene que vivir entre humanos, es decir, no sólo como humanos sino también con los humanos, necesariamente en sociedad…La política también es un espacio, un lugar de debates, de diálogos, de consensos, de arbitrariedades…ya no le compete solo al ámbito del Estado, es un espacio común que se ha ampliado, se ha enriquecido y por lo tanto se ha vuelto complejo. "

El individuo es por tanto libre, en tanto sea capaz de decidir cual será su forma de actuar y en ese actuar, están implícitos sus valores éticos y estéticos formados a partir de debates, diálogos, consensos y la propia experiencia que le aporta su paso por la vida dentro de su entorno social.

Es por ello que no podría verse la libertad separada de la política, e intentarlo, seria aceptar que el hombre es un ente aislado, obviar las profundas raíces culturales que lo caracterizan y que se forman a partir de las relaciones humanas dentro de las distintas comunidades en estrecho vínculo con el poder y su relación con la clase predominante. En otras palabras, en cualquier análisis acerca de la libertad debe situarse al individuo vinculado con su entorno, la sociedad y el estado, en el cual se concentra el poder político.

 
La libertad tiene un carácter clasista y se vincula con el poder político, es por ello que, en su nombre surgen los más diversos puntos de vistas acerca de su significado.
Dentro de las sociedades burguesas el concepto de libertad germina en un contexto profundamente enajenado, entendida como absoluta (hay o no hay libertad), lo cual es una concepción constreñida donde la práctica como criterio valorativo de la verdad, es obviada, cuestión que el Marxismo se encarga de esclarecer liberándonos de la pretensión de los sectores políticos burgueses de presentar la libertad, como el resultado inamovible de etapas históricas concretas y exhibidas como naturales y eternas. 

 
En contraposición, el estado socialista es un instrumento importante que no es exclusivamente de dominación, sino también de garantía de libertades.

Lenin explica muy bien el papel del estado usando como vehículo la carta de Engels a Bebel:
"Solo en la sociedad comunista, cuando se haya roto ya definitivamente la resistencia de los capitalistas, cuando hayan desaparecido los capitalistas, cuando no haya clases ( es decir, cuando no haya diferencia entre los miembros de la sociedad por su relación hacia los medios de producción) , solo entonces " desaparecerá el estado y podrá hablarse de libertad". Solo entonces será posible y se hará realidad una democracia verdaderamente completa, una democracia que no implique, en efecto, ninguna restricción."

Queda muy clara la función del estado dentro de la sociedad como representante de los intereses del proletariado y deja el camino abierto para la comprensión de la verdadera intención de la clase burguesa destronada del poder en sus tentativas de legitimar una libertad que excluye a los más pobres y explotados. En tanto el estado socialista ejerce la represión necesaria hacia las conductas que generan los individuos que se resisten a convivir con la nueva forma de democracia, usando para ello las instituciones y mecanismos creados al efecto, el estado capitalista promueve una falsa libertad en la que el poder político se encuentra en manos de los mas ricos y que deriva en la imposición de sus intereses económicos al resto de los individuos.

¿Por qué defender nuestra libertad?
En las condiciones actuales en las que se mueve el mundo, en medio de una globalización que globaliza lo peor del ser humano de manera supersónica, es obvio que la política que se pretende establecer desde los países mas ricos a los mas pobres tiene precisamente el propósito de someter –en nombre de una libertad que se encuentra solo en el imaginario de una minoría explotadora, responsable de las desigualdades cada vez mas profundas de nuestro planeta- a los mas pobres.

Para entender el significado de lo que es la verdadera libertad y el verdadero significado de nuestra libertad, la teoría Marxista- Leninista nos aporta elementos imprescindibles que nos llevan por el camino de comprender que alcanzarla, es un proceso que requiere tiempo y sobre todo un perfeccionamiento de la sociedad que hoy, parece estar lejos.

De manera que, defender nuestro sistema político y perfeccionarlo sobre la base de la comprensión de la teoría marxista, alejados de las interpretaciones dogmáticas que la encarcelaron y que dieron vía libre al oportunismo, al burocratismo, el chovinismo y otras tendencias ajenas a esta ideología en los países de Europa del Este e incluso, en nuestro propio país, nos aporta los verdaderos elementos para ser cada vez más libres.

Algo debe quedar claro, la convocatoria a la sociedad para construir nuestro sistema social, debe tener un lenguaje claro, que llegue de manera sencilla a todos y que en definitiva, garantice la comprensión de todos los aspectos que se involucran en la consecución de la unidad de toda la sociedad, independientemente del grado de escolaridad del individuo, de su credo o su raza.

La comprensión profunda de los hilos que mueven la sociedad capitalista en su amañada teorización sobre lo que es la libertad, es imprescindible para asimilar y aprehender de nuestra libertad y del porqué de la justeza de nuestro sistema político, aun cuando navegamos en condiciones difíciles que limitan las posibilidades de elegir o cuando a veces pareciera que solo tenemos una opción.
La libertad en este sentido deviene hoy en un proceso que debemos aprender a construir y que depende expresamente en la comprensión del hombre para llegar a conseguirla.





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