viernes, 27 de septiembre de 2013

Uso de las Tecnologías de Avanzada (III)



El reto histórico tecnológico-cultural de Cuba en las condiciones actuales.


Cuba puede considerarse un país especialmente singular dado que el contexto histórico en el que se ha desarrollado, la ha diferenciado  del resto del mundo. Es conocido y demostrado el enfrentamiento a   presiones de todo tipo para desarticular cualquier plan de desarrollo en  todas las esferas de la economía y de como esos planes han contado con el apoyo de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos. 

La cultura no está exenta de estos planes desestabilizadores. Aún así, el estado y el gobierno, apuestan por la consecución de una  amplia participación de todos los sectores de la población en las actividades culturales ,  promoviendo el libre acceso a las instituciones. Así mismo, se ocupa de llevar las diferentes manifestaciones artísticas y a sus protagonistas, a las calles de los barrios, las escuelas, Instituciones penitenciarias, a las zonas montañosas, a las  de difícil acceso y otras.


Los  esfuerzos por revitalizar los espacios culturales -vitales para garantizar la calidad de los espectáculos teatrales y musicales,- demuestran la valía de la gestión estatal, así como la voluntad y el interés por garantizar una cultura de calidad. 

Como ejemplo  de este trabajo se pueden mencionar los resultados del año 2012, en el que se dedicaron importantes recursos económicos a los espacios culturales como el Teatro Nacional de Cuba, la Biblioteca Nacional José Martí, el Teatro Raquel Revuelta, el Delirio Habanero, El submarino Amarillo, entre otros. 

En la web se observan avances, entre los que habría que mencionar la enciclopedia EcuRed[1] , Cubadebate, La Jiribilla, y el trabajo realizado por instituciones como CUBARTE, y otros sitios vinculados a la prensa y revistas de corte político y cultural,  así como el papel de los Joven Club de Computación  en los que se formaron hasta el 2010 un total de  2, 479 982 alumnos,  según los datos publicados en el sitio web de  la Oficina Nacional de Estadística (ONE)[2]  en información suministrada por el  Ministerio de Informática y las Comunicaciones.


A partir de esta realidad, toca entonces repensar los esquemas en que se mueve la promoción cultural  y valorar el aprovechamiento de  las tecnologías de avanzada - dentro de nuestras limitaciones- como complemento para  difusión de aquellos valores que nos distinguen como cubanos, en el que su uso, agilizará y hará más eficiente la promoción.
En este sentido, hay dos problemas importantes que de manera empírica pueden visualizarse. 


El primero es que, lamentablemente –diría yo-, predomina el desconocimiento de las potencialidades de las tecnologías de Avanzada por parte de quienes deciden las políticas de promoción cultural y de los propios promotores culturales. 

La poca preparación del personal que tiene a su cargo el uso de las tecnologías de avanzada disponibles, y en consecuencia, el desaprovechamiento de las mismas como medio para promover nuestra cultura, es un hecho al que se suma la no existencia de una política de preparación en este sentido o al menos, un programa que devele la necesidad de adentrarnos en el uso de éstas, programa que no solo debe formar parte del ámbito cultural sino educacional en estrecha relación con la cultura.


En esta relación de la educación con la cultura - donde  con grandes esfuerzos, nuestro estado colocó un televisor y un equipo de video  o DVD en cada aula-, adolecemos de creatividad en la impartición de clases a los alumnos, quienes por otro lado, en sus casas, usan estos medios con una frecuencia bien alta y con preferencias inclinadas al consumo de programas musicales, películas, aventuras y telenovelas, relegando en último plano de su preferencia los programas de corte cultural según nos muestran las investigaciones sobre el Consumo Cultural en Cuba , para el grupo de los adolescentes entre 12 y 14 años ( Anexo 1) . 


Anexo 1.




Fuente: ¨Consumo Cultural  y Adolescencia en Cuba. Reflexiones a partir de una encuesta nacional¨. Adaptación gráfica.
 


Existe por tanto un abismo entre el uso de los medios televisivos y de video como medio aprehensivo en términos educativos y culturales  y el uso con fines doméstico vinculados al entretenimiento, donde el último, parece ser mucho más atractivo para los jóvenes, que el primero.


Ambos usos son a mi juicio importantes y uno incentiva el otro, en tanto que la producción de materiales audiovisuales adaptados a las necesidades espirituales  - no solo de los jóvenes sino del resto de los públicos-  sea capaz de motivar el interés por nuestra cultura y los valores que en ella se promueven.


La preferencia por las producciones audiovisuales que debieran ser más adecuadas a los intereses de los adultos por parte de los más jóvenes es una señal de debilidad manifiesta de nuestras creaciones y las ofertas de carácter cultural orientadas a los adolescentes,  que prefieren aquellas en las que lo atractivo se expresa en buena medida por la curiosidad y el conocimiento de un mundo tecnológicamente más avanzado.


De manera directa o indirecta los jóvenes  encuentran en los audiovisuales que proyecta nuestra televisión como policiacos, aventuras, ciencia ficción y otras que consumen con estos mismos temas, en  tecnologías como el video, el DVD y los VCD, un mayor atractivo, puesto que es en ellos donde tienen acceso  a películas y  programas que les muestran un mundo diferente en materia tecnológica, pero a su vez un mundo diferente en términos sociales con un altísimo componente de enajenación, en el que prima la violencia, el sexismo, la discriminación de raza y género, los estereotipos y toda una gama de valores contrarios por los que nuestra sociedad apuesta  (Anexo 2).

Anexo 2




Por otra parte, independientemente de las dificultades en el orden económico que enfrentamos como país bloqueado, se observa una presencia pobre de las noticias y espacios culturales en la televisión.  


El monitoreo en los meses de Julio y Agosto del año 2012 develó un desbalance en torno a la promoción cultural en los diferentes espacios noticiosos [3]  (Anexo 3),  y la  no presencia de otros medios tecnológicos como vía alternativa – telefonía móvil, correo electrónico, sitios web- para lograr este fin, lo cual demuestra que no se usan aun cuando el conjunto de su presencia,  puede ser considerable dentro de la sociedad, - especialmente en los centros de trabajo- lugar donde las horas de permanencia es mayor que en las casas y cuando el nivel de acceso por parte de nuestra población a estos medios es potencialmente apreciable y funcional a partir de  la idea de que un individuo tiene la capacidad de propagar información a varios de ellos a través del comentario. Las vías principales de divulgación de los espectáculos culturales demuestran la aseveración anterior. (Anexo 4).



Anexo 3. Comportamiento de las informaciones referidas a la cultura en los diferentes espacios noticiosos durante los meses de Julio y Agosto de 2012.[1]





[1] Atendiendo al horario de salida al aire de los espacios se registraron 305 noticias en el horario matutino (desde las 6:00 AM hasta las 12:00 M), 331 en el vespertino (desde las 12 M hasta 8:00 PM) y 261 en el nocturno (desde 8:00 PM hasta las 12:00 PM).




Los estudios del 2011 acerca del consumo cultural en Cuba[4] en la población joven (grupo de 15 a 18 años), arrojaron resultados nada halagüeños. Se pudo constatar en aquel entonces, -por solo citar algunos ejemplos- que el género musical preferido para el 90.1 % de este grupo etario  es el reggaetón, el 65.4 % prefiere la música popular bailable (casino, salsa, merengue), el 48,3 % las baladas románticas, el 5.1 % la música tradicional, el 2.6 % la nueva trova,  y el 2.4 % la música clásica.


En cuanto al cine y los medios de comunicación masiva, los adolescentes reconocieron una alta asistencia a sus salas expresada en el 55,2 %,  y declararon ver televisión el 97 %, el 66.2 % declaró escuchar la radio, a ello se sumaron otros dispositivo como el video o el DVD que alcanzaron  la altísima cifra del 77.3 % de utilización.


Dado los resultados de la encuesta antes citada es obvia la aseveración de que, el no uso, o el inadecuado uso de las tecnologías de avanzada,  pueden dar al traste con resultados irreversibles en cuanto a la formación estética de la población, especialmente la población joven, ávida de  propuestas  novedosas y de mejor calidad. 


El segundo problema es entonces que el mundo  audiovisual nuestro no estimula el interés suficiente de un público heterogéneo con un grado de escolaridad que permite asimilar producciones más atractivas y mejores elaboradas. Las pocas propuestas de carácter nacional que se exhiben en la televisión se encuentran en desventaja tecnológica frente a las propuestas de los que por cuenta propia  diseminan y promueven  producciones de corte sexista, consumista y enajenado en discotecas, centros nocturnos y otra gran variedad de espacios públicos sobre los que el estado tiene responsabilidad administrativa. 


Estos son sólo algunos ejemplos del panorama de consumo cultural de hace apenas 2 años, que nos alertan de la importancia que reviste una política basada en la estrategia de producir materiales de calidad,  insertada en los hábitos de una población que usa las tecnologías de avanzada. 


No se trata de competir con las empresas que en el mundo – como en casi todas las ramas- dominan el mercado, sino de desarrollar  nuestra capacidad creadora y convivir con lo que ocurre fuera y en gran medida, al margen de las instituciones, en armonía con esa cultura que vive y se desarrollada por, y  a través de los  individuos, integrando también lo que se ha dado en llamar la cultura de élites  y lograr, la reflexión necesaria con una verdadera educación por el arte que involucre a todo y a todos. Trabajar en este sentido requiere tolerancia, dedicación, inteligencia, creatividad y esfuerzo, especialmente cuando el futuro se proyecta hacia una sociedad tecnologizada en casi todos los aspectos de la vida cotidiana.



Seguiremos hablando de tecnología y cultura...





[1] Aún este sitio tiene a mi juicio algunos mecanismos que ¨engrasar¨ especialmente en el control de la calidad de  los contenidos, que en muchos casos no parecen tener el rigor necesario para una publicación enciclopédica seria.

[2] http://www.one.cu/

[3] ¨Informe del monitoreo de verano de los espacios informativos¨. 2012. Centro de Comunicación Cultural (CREART)


[4] ¨Consumo cultural y adolescencia en Cuba. Reflexiones a partir de una Encuesta Nacional ¨ .Moras Pedro E, Linares E., Mendoza Y., Rivero Y. Instituto Cubano de Investigación Cultural ¨Juan Marinello, 2011.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Uso de las Tecnologías de Avanzada (II)

Acercamiento al concepto de cultura desde la perspectiva de las tecnologías. Nuevas Tecnologías vs Tecnología de Avanzada.


Antes de comenzar me gustaría reflexionar sobre el concepto de cultura tratando de encontrar  una definición que nos permita comprender su vinculación con el fenómeno tecnológico.

El tema cultural ha sido centro de extensos análisis debidos a la importancia que reviste en el desarrollo de las sociedades, y en este empeño se han definido cientos de conceptos acerca de qué son los Estudios Culturales. No obstante, parece haber un consenso en la mayoría de los autores que se apoyan  en la caracterización dada por   Grossberg, Nelson y Treichler  que  plantea:

“Los Estudios Culturales son un campo interdisciplinar, transdisciplinar y a veces contradisciplinar, que actúa en medio de la tensión de sus mismas tendencias para acoger un concepto de cultura que sea amplio y antropológico y, a la vez restringido y humanista [...] De ese modo, los Estudios Culturales se han comprometido con el estudio del inventario completo de las artes, creencias e instituciones de la sociedad, al igual que de sus actividades culturales.” (Citado por Roberto Grandi  1995:98) [1]

Acorde con la afirmación anterior podemos entender que a los Estudios Culturales,  le son inherentes infinidades de variables, a veces difíciles de agrupar, dado que se renuevan constantemente en medio del desarrollo social. Estas variables, están tocadas hoy - directa o indirectamente-  por el desarrollo tecnológico que avanza a velocidades vertiginosas, revolucionando la vida del ser humano e influyendo en su quehacer, en medio de una  rápida expansión de los modos y las modas, ensalzándolo  todo, propiciando una mezcla cultural que por tanto, exige repensar las maneras de abordarlos de forma compleja.

De acuerdo el diccionario Herder existen más de 200 definiciones de cultura. La definición desde el ángulo antropológico, es  la que se adapta a nuestros fines. Aún cuando los conceptos tienen un carácter general la mayoría de los autores coinciden en que cultura es en primer término:

 Información transmitida (entre miembros de una misma especie) por aprendizaje social, es decir, por imitación, por educación, enseñanza o por asimilación.

A partir de aquí y coincidiendo con la definición anterior, tomamos como basamento importante el hecho de que el aprendizaje social, juega un papel primordial dado que, en el proceso comunicativo, los individuos siguen un patrón de comportamiento en el que los conocimientos acumulados por generaciones se legitiman por transmisión oral  y por las propias normas de conductas individuales y colectivas establecidas dentro su  entorno.

Más adelante se plantea en relación a la ampliación del término a partir de  los siglos XVII y XVIII

…entendiéndose por cultura aquello que el hombre añade a la naturaleza, sea en sí mismo (cultivo de su espíritu), sea en otros objetos, tales como utensilios, herramientas, procesos técnicos, etc., (de donde surge la idea de «bienes culturales» o de «cultura material»), de manera que la cultura se entiende como la intervención consciente del hombre frente a la naturaleza.

Esta afirmación considera la cultura como un proceso dinámico vinculado no sólo a lo inmaterial, permitiéndonos comprender su vínculo estrecho con lo material, siendo este aspecto premisa fundamental para advertir  la manera en que, entre otras cosas, la tecnología tiene un papel importante en la transformación del hombre y especialmente en su proyección psicosociológica.

La tesis  de A.L. Kroeber y Clyde Kluchhohn, tras examinar unas quinientas definiciones, ofrecieron la siguiente síntesis:

 «Pautas implícitas y explícitas de y para la conducta, adquiridas y transmitidas mediante símbolos exclusivos del grupo humano y que incluyen su materialización en forma de utensilios, aunque el núcleo principal de las mismas son las ideas tradicionales (es decir, obtenidas y seleccionadas históricamente) y los valores que implican…»

Un aspecto importante es la referencia que hacen los autores  a los valores. Con ello, se pone de manifiesto una nueva dimensión en la noción de cultura: la dimensión normativa, según la cual los valores son los que caracterizan una cultura. Estos valores son los modelos de conducta, y lo son, en cuanto que las formas de vida a las que se atribuyen valor, aparecen como guías a seguir.

La referencia a los valores humanos adquiere singular importancia ya que en nuestra sociedad, éstos han sido siempre objeto de especial atención  y dado que en las condiciones históricas en que vivimos, es imprescindible que se tracen acciones concretas para favorecer este sistema en el que  el Patriotismo, la Responsabilidad, la Laboriosidad, el Antiimperialismo, la Solidaridad, pueden ser cultivados a través de la cultura.

Autores cubanos como el Dr. Pupo[2]  plantean que:

«…la cultura abarca toda la producción humana, en su proceso y resultado. Por eso el enfoque cultural es rico en condicionamientos, mediaciones y determinaciones, y asume al hombre en relación  con la naturaleza y la sociedad como un proceso dialéctico – unitario, donde la naturaleza se humaniza y el hombre se naturaliza., es decir, no hay lugar para las dicotomías estériles ni las antítesis absolutas, heredadas de la racionalidad moderna y el paradigma en que se expresa».

Pupo enfatiza que, « El concepto de cultura designa toda la producción humana material y espiritual. Expresa el ser esencial del hombre y su medida de su ascensión humana».  Y más adelante plantea:

«…No debemos reducir la cultura a la cultura espiritual o material, ni a la cultura artístico-literaria, ni a la acumulación de conocimientos. Es ante todo, encarnación de la actividad del hombre que integra conocimiento, valor, praxis y comunicación. Es toda producción humana, tanto material como espiritual, y en su proceso y resultado. Por eso la cultura es el alma del hombre y de los pueblos. La economía, la política, la filosofía, la ética, la estética, etc., son zonas de la cultura, partes componentes de ella. »

En su criterio esta definición es muy profunda y rica en mediaciones.

Asistimos entonces a una caracterización de la cultura como entramado complejo que expresa la actividad del hombre en el proceso no sólo de transmisión y aprendizaje,  sino que se ensalza en su interacción con la naturaleza y con los procesos que se derivan del desarrollo histórico-social,  entre los que sin dudas hoy tiene un lugar importante la revolución tecnológica que  canaliza en pocos segundo la capacidad de reacción con respuestas masivas de los individuos no solo  de una comunidad,  sino de países enteros.

Nuevas Tecnologías vs Tecnologías de Avanzada.

Valdría  la pena comenzar haciendo un análisis del término tecnología, y tratar de expresar qué son y cuál es el alcance que han tenido a través de la historia de la humanidad. En torno a él se ha escrito mucho y se han hecho acertados análisis sobre su surgimiento en estrecha relación con el desarrollo humano, estableciendo constantemente el vínculo empírico y epistemológico en torno a lo social.

Cualquier tecnología es resultado de la actividad intelectual del hombre para influir de manera transformadora sobre el mundo que le rodea, proceso en el cual se crean mecanismos, artefactos o se establecen procedimientos con el fin de satisfacer sus necesidades sociales, físicas y/o biológicas. Este proceso inteligente y creativo, es además expresión compleja de supremacía y dominación de la especie humana sobre el resto de las especies y  la naturaleza misma.

La tecnología es por tanto, distintiva del género humano, y tiene un carácter complejo, dado que en el proceso de su concepción y elaboración se establece una  interacción continua hombre-naturaleza que hasta hoy, parece ser exponencial en la medida que el hombre perfecciona los instrumentos, mecanismos  y métodos de convivencia globales y  universales, imponiendo sus propias reglas para  tratar de modificarla o adaptarla a su conveniencia.



Tecnología es entonces, el resultado del conocimiento complejo debidamente estructurado para la consecución de un objetivo; un entramado dinámico conformado por medios físicos (instrumentos de todo tipo para la fabricación en serie o no, de objetos), medios analíticos (para establecer la forma de llevar a cabo procesos con determinado grado de precisión) o una combinación de ambos,  que para su materialización requieren de saberes, conocimientos, habilidades y destrezas, cuya finalidad es la de transformar la naturaleza en función de las necesidades humanas; desde las cuales   se establecen relaciones sociales que influyen en la, adquisición, desarrollo y transmisión de valores  entre individuos y en las sociedades, marcadas hoy por el desarrollo del conocimiento.


Dentro de esta complejidad es común escuchar hablar de las consecuencias socioculturales asociadas a las llamadas Nuevas Tecnologías, y de cómo median e influyen en los procesos culturales y comunicativos.

Pero  algo deseo apuntar en relación a este  término: No concuerdo con el concepto de Nuevas Tecnologías cuando en él se enmarcan de manera exclusiva los adelantos de finales del siglo pasado y de nuestro siglo, como si éstas nunca hubieran estado presentes en el devenir del desarrollo humano,  colocando en la mente de quienes leen o escuchan hablar de ellas, una representación inadecuada y  ambigua que se asocia - casi de manera exclusiva -, a los artefactos y conocimientos técnicos  de última generación, desterrando  todo los descubrimientos que precedieron el actual desarrollo tecnológico.

Las tecnologías,  han sido consideradas como nuevas en diferentes etapas del desarrollo social en las que su aparición se ha hecho  notable según la percepción del hombre, y en este sentido, han tenido que ver varios factores entre los que se encuentran,  la trascendencia que éstas adquieren para su vida - incluyendo la naturaleza-, y las implicaciones sociales que generan en el comportamiento individual y colectivo  en una relación psico-tecnológica y  socio-tecnológica[3], que en algunos casos crea dependencia casi absoluta,  y que de alguna manera ya se legitiman a través de determinados comportamientos y  modos de vida[4].

¿No fueron inventos como la rueda, el torno, las herramientas de caza y recolección y muchas otras cosas, pauta para el desarrollo de Nuevas Tecnologías en su momento?

La respuesta es sí, las técnicas usadas para resolver problemas inherentes a los humanos a partir de estas invenciones, constituyeron la pauta para el desarrollo de otras tecnologías, que en realidad, son derivaciones de aquellas y de las que podríamos hacer una lista casi interminable a partir de las cuales, se ha ido revolucionando el mundo, encontrando en su integración, el paso para el surgimiento de técnicas novedosas hasta considerarse como eso, Nuevas Tecnologías, que han quedado enmarcadas  en etapas bien definidas del desarrollo del hombre y en la que  hemos encontrado motivos para asociarlas al término.

Un ejemplo sencillo podríamos encontrarlo en los MEMS (Sistemas Microelectromecánicos) y los NEMS (Sistemas Nanoelectromecánicos), tecnologías que se aplican y se desarrollan a gran velocidad.

Si ahondamos en la manera en que estos artefactos aparecieron y rápidamente se reprodujeron para formar parte de la vida cotidiana del hombre, - integrados a automóviles modernos para la activación del airbag al sufrir una colisión, para medir la presión de los neumáticos, en equipos como controladores de juegos, reproductores multimedia personales, teléfonos móviles, cámaras digitales, en ordenadores para estacionar el cabezal del disco duro de una computadora en caso de caída libre evitando daños y pérdida de datos, en los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) u otros dispositivos de medición de tiempo, velocidad y posición- , podemos advertir  que lo nuevo en ellos, no son precisamente ni sus mecanismos, ni las leyes físicas que rigen su funcionamiento,  puesto que  ambos sistemas están basados en lo fundamental, en aplicaciones procedentes de otros campos [5] y porque su interior está conformado por componentes entre los que se encuentran -por sólo citar un ejemplo-,  engranajes que son una derivación de lo que fue hace muchos años una nueva tecnología como la rueda, que funcionan sobre la base de leyes físico-  mecánicas descubiertas y aplicadas a otros dispositivos.

Lo verdaderamente novedoso en estos artefactos es precisamente el haber concebido mecanismos de dimensiones incluso más pequeñas que un ácaro. (Figura 1)
 

 

Figura 1. Muestra las dimensiones de un Sistema Electromecánico . Como puede observarse  los engranajes son mucho más pequeños que un ácaro.  http://mems.sandia.gov/gallery/images_bugs_on_mems.html








Por otra parte la tecnología ligada de manera directa  al conocimiento, ha recorrido un proceso similar que  va  de lo simple a lo complejo, en este sentido,  las fronteras son más difusas, y en ocasiones se atomizan, no obstante, se puede ver claramente como el hombre para organizar los procesos productivos, ha necesitado describirlos y crear metodologías para la consecución de resultados concretos con un alto grado de eficiencia, la descripción de esos procesos han derivado en tecnologías que se implantan en procesos productivos de fabricación en serie, o para la elaboración de proyectos de índole diversa como por ejemplo, la creación de mapas con la utilización de determinados equipos o la producción de autos, partes y piezas entre otros.

Lo común es encontrar la combinación de medios físicos y analíticos donde la mayoría de las aplicaciones tecnológicas que surgen hoy, tienen como base la conquista de determinado mercado para incentivar el  consumo masivo y con ello lograr el enriquecimiento   de aquellos sectores que dominan los recursos de investigación y de producción.  

Existen numerosos ejemplos que pueden demostrar una definición  clara entre lo que es una Nueva Tecnología y lo que no lo es. Tal vez podriamos encontrar una diferenciación si pudieramos determinar una frontera entre lo que es una derivación tecnológica y lo que es una nueva tecnología, cuestión que suponemos es una tarea difícil.  

Reconocemos entonces que asistimos a  un fenómeno socio-tecnológico percibido de manera difusa,  que se acompaña  de otro fenómeno, la "rápida generalización”, basada en las leyes que rigen el mercado y especialmente en el consumismo, - aunque sabemos muy bien que el beneficio tecnológico, no llega a todos ni tan rápidamente, ni tan masivamente en nuestro desigual planeta-, y que tecnológicamente vivimos en un mundo muy parecido al de la Alegoría de las Cavernas de Platón, en el que la realidad se vuelve abstracta por el desconocimiento para la mayor parte de los seres humanos, cuestión que tienen su base en una profunda desigualdad entre ricos y pobres, donde por extensión, los primeros gozan de  acceso a los beneficios de los adelantos científicos y los segundos viven sumidos en la ignorancia tecnológica.

En una buena parte de los casos, la velocidad con que aparecen artefactos de todo tipo para irrumpir en nuestra vida y quedarse formando parte de ella y a la vez de nuestra cultura,  hace que cualquier novedad en el mercado nos deslumbre, creyendo que estamos en presencia de una nueva tecnología, cuando en realidad lo que tenemos ente nosotros no es otra cosa que una aplicación de lo que en su momento fue verdaderamente novedoso.

Por tanto, en lo adelante, usaré el término Tecnologías de Avanzada, viéndolas de manera dialéctica, como algo que se desdobla, se renueva y enriquece  de forma constante, a una velocidad imprevisible, vinculadas con el sujeto ,  las sociedad y la naturaleza, en un proceso que comienza  desde que se conciben por el ser humano hasta que se implementan (para bien o para mal), y comienzan a formar parte de la vida cotidiana, negando y tomando resultados de las tecnologías  anteriores a ellas, para convertirse en algo más avanzado.

Pero esto no es todo...continuaremos con más. 





[1] Grandi considera, como la más aceptable de todas las definiciones, la que ofrecen Grossberg, Nelson y Treichler. GRANDI, Roberto. Texto y contexto en los medios de comunicación, Bosch, Barcelona, 1995.

[2] Pupo Pupo. R. Dr. en Ciencias Filosóficas. Universidad de La Habana 17.01.11.


[3] Entendiendo por relación psico-tecnológica aquella que se da nivel entre un individuo y un artefacto tecnológico sea cual fuere, y en la que se crea una dependencia tal, que la ausencia o desperfecto de ese artefacto constituiría para él, una mutilación que afecta. en mayor o menor medida, en periodos más cortos o más largos su psiquis; y por  relación socio-tecnológica aquella que se produce de igual manera a nivel de grupos sociales en relación a la tecnología. Estas relaciones son construidas y le dan a la tecnología un nuevo tipo de valor, el simbólico.


[4] Existen muchos trabajos acerca de las consecuencias (dañinas o no) de tecnologías tales como los teléfonos celulares, las computadoras, la  televisión, la radio, los videos y los videojuegos,  algunos tratamientos médicos, la biotecnología, entre otros. En cualquier caso,  lo común es precisamente encontrar preocupación por el impacto que todas ellas causan en los individuos, la naturaleza y  la sociedad.



[5] Estos modernos dispositivos tienen como principio de funcionamiento el accionamiento de un movimiento mecánico a través de la aplicación de una diferencia de potencial o voltaje para la generación de una función en específico.