No
es solo en términos de bienes de consumo las posibilidades de uso de las
tecnologías de avanzada dentro del sistema cultural.
Si volcamos la mirada hacia la cantidad
de información que se genera en este campo, enseguida notamos que es diversa y
variable.
Llevar
a cabo una investigación que recoja grandes volúmenes de datos (como las
investigaciones de tipo antropológicas, patrimoniales y otras), es sin dudas, un
proceso que requiere -por métodos tradicionales- el empleo de un tiempo nada
despreciable para su análisis, que además, se complejiza durante la conciliación o
cruzamiento de variables. Todo ello nos induce a pensar que sin ayuda de la
tecnología, sería hoy muy difícil llegar a tener una visión mucho más acertada
de los procesos que caracterizan cualquier fenómeno que se desee estudiar. La herramienta
usada hoy en día para ayudar a la realización de estos análisis se conoce como SIG (Sistema
de Información Geográfico), o GIS ( Geographical information System, por
sus siglas en inglés), que no solo tiene aplicaciones en el campo
cultural, sino que ha devenido herramienta a partir de la cual se desarrollan
aplicaciones para el análisis en esferas como la salud, la educación, el
deporte, los estudios de mercado inmobiliarios, la agricultura, el medio
ambiente, y muchos otros.
El
uso de tecnología en el manejo de la información
cultural, puede agruparse temáticamente con la particularidad de que entre el 85 y el
90% de de los datos, tienen una ubicación en el espacio, es decir, que la
información que proviene de los objetos o fenómenos ocurren en un entorno, en
una localidad, en un punto concreto del globo terráqueo poseen coordenadas geográficas. Por tanto, estos datos estan en condiciones de ser volcados en un
computador, asociados a mapas temáticos.
Para
que la explicación no se quede en abstracto, veamos un ejemplo concreto:
¿Cómo
se proyecta la información en un Sistema de este tipo?
La imagen
anterior muestra (de abajo hacia arriba) la realidad del terreno, proyectada en
diferentes capas informativas que incluyen: el callejero o mapa con las
manzanas dibujadas dentro del sistema, los edificios, y por último las
personas.
Cada
uno de ellos es una de esas capas que pueden ser cruzada entre sí. El símil de este
sistema podemos encontrarlo cuando un ingeniero o analista lleva a cabo la proyección sobre papel trasparente de diferentes planos informativos,
que luego, se superponen encima de una mesa de luz haciéndolas coincidir unas con otras. Este proceso lo vendría a
realizar el software (programa SIG), que
tiene además, la capacidad de enlazar a las entidades dibujadas dentro de la
computadora (manzanas, calles, objetos puntuales), datos inherentes a cada una
de ellas, mediante una previa declaración del tipo de entidad (puntos, líneas o
polígono).
Supongamos
que tenemos una serie de datos sobre el Sistema de Casas de Cultura que
incluye:
- Ubicación de las casas de cultura
- Ubicación de los centros culturales del municipio donde se encuentra enclavada la casa de cultura. ( Cines, teatros, museos, escuelas, etc.)
- Ubicación (dirección particular) de los artesanos o cultores populares del municipio de estudio.
- Labor que realiza el artesano o cultor popular
- Datos personales del artesano o cultor popular
Con
estos y otros datos que podrían engrosar
el sistema que se pretenda crear[1], elaboraríamos entonces un mapa digital para colocar en él,
por cada capa informativa (entiéndase cada ítem mencionado arriba), un mapa temático[2].
Cada una de las capas nos darían la posibilidad de cruzarlas entre sí, lo cual
es una ventaja a la hora de realizar consultas ya que podemos por ejemplo,
pedir al sistema que nos muestre algo así como:
Todas
las casas de cultura que tienen en un entorno cercano a los 500 metros, escuelas
con más de 300 alumnos y que genere un nuevo mapa agregando la información de
los cines, museos y cultores populares de ese entorno.
La
consulta realizada a este sistema devolvería un nuevo mapa usando la base de datos
del propio sistema y proyectaría dentro del mapa digital los datos consultados en forma de tablas.
Veamos
esto en una imagen creada para este artículo, generada en un Sistema de Información Geográfico (SIG)
Como
puede observarse aparece reflejada en el mapa, la información de los museos, las
casas de cultura, los datos de un artesano y todos los campos asociados a cada
uno de los elementos que se piden en una consulta. Cada icono tiene datos
asociados que se proyectan en la consulta en forma de tabla.
En
la figura que mostramos a continuación tenemos un ejemplo real de un SIG en la región de Aragón, España que no solo
usa los mapas digitales, sino que incorpora imágenes satelitales o aéreas.
Estos sistemas permiten también asociar a las entidades contenido multimedia
como video y audio.
Los análisis
complejos del mundo cultural tendrían entonces un valor mucho más apreciable ubicándolos espacialmente y permitiendo lo que en ciencias
Geomáticas se conoce como análisis
espacial, que no es más que el cruzamiento de la información de una base de
datos sobre determinadas temáticas (en este caso culturales), asociada a un
mapa, teniendo en cuenta sus coordenadas
espaciales ( x,y,z). El cruzamiento de información permite entonces generar
nuevos mapas de riesgo y análisis en forma de nuevos mapas temáticos.
Pueden
generarse además todo tipo de gráficos a partir de la información que se tenga
en la base de datos como se muestra en la figura que sigue.
Esta
forma de tratar los datos constituye una
herramienta muy usada actualmente por innumerables ramas de las ciencias. Las ciencias sociales y
la cultura como parte de ellas no son la excepción. Los estudios de corte
social, antropológico, patrimonial, entre otros, pueden beneficiarse de manera insospechada.
¿Qué posibilidades tenemos como país de
usar este tipo de herramientas?
Como
antecedente del uso y manejo de información en el Sistema de la Cultura se
conoce la base de datos creada en el Consejo Nacional de Casas de Cultura que
obtuvo premio en el marco del Convenio
Andrés Bello y que fue desarrollado en los años 90 por el Departamento de
Informática para la Cultura. Este sistema cuenta con la información de los
grupos portadores de la cultura popular
y tradicional de todo el
país en todas sus manifestaciones, sin
embargo, posee la limitación de no estar espacialmente ubicada, por lo que las
consulta están limitadas a visualizar datos estrictamente alfanuméricos.
En
la Comisión Nacional de Monumentos se
trabaja en la migración del Sistema de
bases de datos elaborado a partir del programa
ISIS para crear una base de datos más ajustada a sus necesidades y
llevar esa información a Sistemas como ArcGIS, ArcView , Mapinfo u otro que les
permita realizar análisis espacial, sin
embargo, como país bloqueado y de recursos financieros limitados la probable solución se encuentre en explotar
las posibilidades de los softwares libres.
Pudiéramos pensar en internet como el lugar ideal para llevar a cabo un proyecto similar, que básicamente sería alimentado por las diferentes instituciones de la cultura y en el que se podría encontrar valiosísima información que serviría para realizar consultas a cualquiera de los niveles que se desee. Por supuesto, ello implicaría establecer niveles de acceso a los módulos que se creen y una atención por parte de quienes se sirven de él para que la base de datos no envejezca con el paso del tiempo.
Pudiéramos pensar en internet como el lugar ideal para llevar a cabo un proyecto similar, que básicamente sería alimentado por las diferentes instituciones de la cultura y en el que se podría encontrar valiosísima información que serviría para realizar consultas a cualquiera de los niveles que se desee. Por supuesto, ello implicaría establecer niveles de acceso a los módulos que se creen y una atención por parte de quienes se sirven de él para que la base de datos no envejezca con el paso del tiempo.
Un
ejemplo de desarrollo para internet podemos verlo en la imagen que sigue:
El visor patrimonial de Puebla y aplicación INAH mapas
(México) , GeoPuebla-INAH es un portal destinado a la difusión del
patrimonio histórico edificado del Estado de Puebla, México.
El portal incluye un visor cartográfico (p.mapper) con información sobre los monumentos históricos y zonas protegidas de Puebla, al que se le han vinculado documentos y fotografías relacionadas.
El portal incluye un visor cartográfico (p.mapper) con información sobre los monumentos históricos y zonas protegidas de Puebla, al que se le han vinculado documentos y fotografías relacionadas.
Cuba
posee un desarrollo técnico investigativo en el campo de la informática
perfectamente aprovechable para
desarrollar este tipo de sistemas con sello nacional, competitivo y alternativo
a los mejores programas computacionales posicionados a nivel mundial que
realizan este tipo de tareas.
Para
dar crédito a esta afirmación me baso en la experiencia personal de hace ya 20
años, en la que estuve vinculado con un
grupo de especialistas en informática que desarrolló varios módulos de sistemas
de este tipo en el antiguo Instituto Cubano de Hidrografía[3].
Con estos programas trabajamos durante
muchos años y logramos el cubrimiento y la actualización cartográfica de las
cartas náuticas de los cayos al norte de
Cuba. Estos productos, novedosos en su tiempo, fueron incluso comercializados
en varios países de América Latina y el Caribe, en especial en México.
La experiencia nos demostró que podemos desarrollar tecnologías competitivas y sobre todo, que tenemos alternativas frente a la dominación tecnológica del mercado impuesta por los países más ricos, siendo además la prueba de que, desde el Sur no es solo en términos políticos que podemos hacer frente al neoliberalismo con su pretendida globalización, y que en términos tecnológicos tenemos un potencial científico capaz de proponer alternativas propias y menos costosas con alto grado de competitividad.
La experiencia nos demostró que podemos desarrollar tecnologías competitivas y sobre todo, que tenemos alternativas frente a la dominación tecnológica del mercado impuesta por los países más ricos, siendo además la prueba de que, desde el Sur no es solo en términos políticos que podemos hacer frente al neoliberalismo con su pretendida globalización, y que en términos tecnológicos tenemos un potencial científico capaz de proponer alternativas propias y menos costosas con alto grado de competitividad.
Explotar nuestras potencialidades depende del empeño
de quienes decidan asumir el reto de una real informatización en función de
nuestras necesidades. Las condiciones, -al menos en el caso de nuestro país-
son objetivamente prometedoras.
Parte de la justificación de un sistema de analisis de información de este tipo está asociada a la necesidad de obtener un resultado que se acerquen a la realidad
objetiva y el imperativo de llevar a cabo un análisis complejos dado que el reto de agrupar y desentrañar tanta información implica en la mayoría de los casos un esfuerzo que
sobrepasa el límite, o la capacidad –biológicamente hablando- del desarrollo de
nuestro cerebro.
En
todo caso, se necesita del conocimiento acumulado y de la experiencia, sin
embargo, estos no bastan por sí solos para arribar en muchos casos a
conclusiones acertadas, las tecnologias juegan un papel esencial como ayuda dentro de cualquier analisis que incluya múltiples variables.
El
hombre tal como lo demuestra la historia se apoya en las tecnologías, para
desentrañar los misterios de la naturaleza bajo el mismo paradigma en que lo ha
venido haciendo desde que se distinguió del resto de las especies precisamente
en los aspectos técnicos y tecnológicos.
Aprovechar
las potencialidades de nuestros ingenieros graduados de la UCI puede hacer nuestro sueño hecho realidad.
Una propuesta
de esquema tecnológico podría ser la siguiente:
- Definición de los sistemas y subsistemas de trabajo
- Búsqueda, adquisición, selección y tratamiento de datos e información
- Preparación de la bases cartográfica.
o
Digitalización masiva de la base
cartográfica.
o
Procesamiento digital para mejoramiento
digital de las imágenes.
- Georreferenciación.
- Vectorización de los mapas.
- Ploteo digital de las unidades CULTURALES.
- Confección de las tablas de atributos.
- Implementación del sistema (introducción de la tabla de atributos)
- Vinculación de la base cartográfica con las bases de datos de atributos
- Elaboración de los mapas temáticos.
- Análisis de los resultados, recomendaciones y conclusiones.
- Usuario.
Sin
lugar a dudas se puede justificar un
proyecto de este tipo dada la amplia gama de posibilidades que brinda como
herramienta para realizar análisis espacial, sobre todo, si se tiene
en cuenta que los medios técnicos necesarios
para su conformación ya forman
parte de la infraestructura material que se tiene montada dentro del propio
sistema de la cultura.Un proyecto como este es sustentable, teniendo como
premisa la actualización continua de la base de datos que lo alimenta.
Quedaría
entonces, echar a andar los mecanismos adecuados para llegar a concebir un
sistema de tal magnitud, que a pesar de parecer engorroso, puede contribuir
mucho a la informatización del sistema cultural. Habría además, que
sensibilizar a las partes implicadas en tal empeño y trabajar duro, porque
puede parecer algo de otro mundo, pero la realidad nos dice, que es
perfectamente alcanzable.
[1]
De acuerdo al análisis que cada especialista decida hacer la base de
datos puede ser tan extensa como se lo proponga. Un sistema de bases de datos
es mas potente en tanto la base de datos tenga mayor cantidad de información, y
en esa medida serán mayores las posibilidades de cruzarla y de obtener una
mayor cantidad de salidas.
[2]
Mapas temáticos: Son mapas basados
en mapas topográficos que representan cualquier fenómeno cartografiable de la
superficie terrestre. En el caso de nuestra propuesta, los mapas temáticos serán aquellos que
contendrán información sobre la ubicación en el terreno del patrimonio tangible
e intangible o información cultural de cualquier índole, así como los que se
deriven de las consultas realizadas al sistema una vez que se conforme el
mismo.
[3]
Módulos de Procesamiento de Imágenes
Digitales, Sistemas de Información Geográficos y Sistemas CAD de la Serie
TELEMAP desarrollado por un grupo multidisciplinario en el otrora Instituto
Cubano de Hidrografía (ICH) en la década de los 90.
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