viernes, 27 de septiembre de 2013

Uso de las Tecnologías de Avanzada (III)



El reto histórico tecnológico-cultural de Cuba en las condiciones actuales.


Cuba puede considerarse un país especialmente singular dado que el contexto histórico en el que se ha desarrollado, la ha diferenciado  del resto del mundo. Es conocido y demostrado el enfrentamiento a   presiones de todo tipo para desarticular cualquier plan de desarrollo en  todas las esferas de la economía y de como esos planes han contado con el apoyo de los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos. 

La cultura no está exenta de estos planes desestabilizadores. Aún así, el estado y el gobierno, apuestan por la consecución de una  amplia participación de todos los sectores de la población en las actividades culturales ,  promoviendo el libre acceso a las instituciones. Así mismo, se ocupa de llevar las diferentes manifestaciones artísticas y a sus protagonistas, a las calles de los barrios, las escuelas, Instituciones penitenciarias, a las zonas montañosas, a las  de difícil acceso y otras.


Los  esfuerzos por revitalizar los espacios culturales -vitales para garantizar la calidad de los espectáculos teatrales y musicales,- demuestran la valía de la gestión estatal, así como la voluntad y el interés por garantizar una cultura de calidad. 

Como ejemplo  de este trabajo se pueden mencionar los resultados del año 2012, en el que se dedicaron importantes recursos económicos a los espacios culturales como el Teatro Nacional de Cuba, la Biblioteca Nacional José Martí, el Teatro Raquel Revuelta, el Delirio Habanero, El submarino Amarillo, entre otros. 

En la web se observan avances, entre los que habría que mencionar la enciclopedia EcuRed[1] , Cubadebate, La Jiribilla, y el trabajo realizado por instituciones como CUBARTE, y otros sitios vinculados a la prensa y revistas de corte político y cultural,  así como el papel de los Joven Club de Computación  en los que se formaron hasta el 2010 un total de  2, 479 982 alumnos,  según los datos publicados en el sitio web de  la Oficina Nacional de Estadística (ONE)[2]  en información suministrada por el  Ministerio de Informática y las Comunicaciones.


A partir de esta realidad, toca entonces repensar los esquemas en que se mueve la promoción cultural  y valorar el aprovechamiento de  las tecnologías de avanzada - dentro de nuestras limitaciones- como complemento para  difusión de aquellos valores que nos distinguen como cubanos, en el que su uso, agilizará y hará más eficiente la promoción.
En este sentido, hay dos problemas importantes que de manera empírica pueden visualizarse. 


El primero es que, lamentablemente –diría yo-, predomina el desconocimiento de las potencialidades de las tecnologías de Avanzada por parte de quienes deciden las políticas de promoción cultural y de los propios promotores culturales. 

La poca preparación del personal que tiene a su cargo el uso de las tecnologías de avanzada disponibles, y en consecuencia, el desaprovechamiento de las mismas como medio para promover nuestra cultura, es un hecho al que se suma la no existencia de una política de preparación en este sentido o al menos, un programa que devele la necesidad de adentrarnos en el uso de éstas, programa que no solo debe formar parte del ámbito cultural sino educacional en estrecha relación con la cultura.


En esta relación de la educación con la cultura - donde  con grandes esfuerzos, nuestro estado colocó un televisor y un equipo de video  o DVD en cada aula-, adolecemos de creatividad en la impartición de clases a los alumnos, quienes por otro lado, en sus casas, usan estos medios con una frecuencia bien alta y con preferencias inclinadas al consumo de programas musicales, películas, aventuras y telenovelas, relegando en último plano de su preferencia los programas de corte cultural según nos muestran las investigaciones sobre el Consumo Cultural en Cuba , para el grupo de los adolescentes entre 12 y 14 años ( Anexo 1) . 


Anexo 1.




Fuente: ¨Consumo Cultural  y Adolescencia en Cuba. Reflexiones a partir de una encuesta nacional¨. Adaptación gráfica.
 


Existe por tanto un abismo entre el uso de los medios televisivos y de video como medio aprehensivo en términos educativos y culturales  y el uso con fines doméstico vinculados al entretenimiento, donde el último, parece ser mucho más atractivo para los jóvenes, que el primero.


Ambos usos son a mi juicio importantes y uno incentiva el otro, en tanto que la producción de materiales audiovisuales adaptados a las necesidades espirituales  - no solo de los jóvenes sino del resto de los públicos-  sea capaz de motivar el interés por nuestra cultura y los valores que en ella se promueven.


La preferencia por las producciones audiovisuales que debieran ser más adecuadas a los intereses de los adultos por parte de los más jóvenes es una señal de debilidad manifiesta de nuestras creaciones y las ofertas de carácter cultural orientadas a los adolescentes,  que prefieren aquellas en las que lo atractivo se expresa en buena medida por la curiosidad y el conocimiento de un mundo tecnológicamente más avanzado.


De manera directa o indirecta los jóvenes  encuentran en los audiovisuales que proyecta nuestra televisión como policiacos, aventuras, ciencia ficción y otras que consumen con estos mismos temas, en  tecnologías como el video, el DVD y los VCD, un mayor atractivo, puesto que es en ellos donde tienen acceso  a películas y  programas que les muestran un mundo diferente en materia tecnológica, pero a su vez un mundo diferente en términos sociales con un altísimo componente de enajenación, en el que prima la violencia, el sexismo, la discriminación de raza y género, los estereotipos y toda una gama de valores contrarios por los que nuestra sociedad apuesta  (Anexo 2).

Anexo 2




Por otra parte, independientemente de las dificultades en el orden económico que enfrentamos como país bloqueado, se observa una presencia pobre de las noticias y espacios culturales en la televisión.  


El monitoreo en los meses de Julio y Agosto del año 2012 develó un desbalance en torno a la promoción cultural en los diferentes espacios noticiosos [3]  (Anexo 3),  y la  no presencia de otros medios tecnológicos como vía alternativa – telefonía móvil, correo electrónico, sitios web- para lograr este fin, lo cual demuestra que no se usan aun cuando el conjunto de su presencia,  puede ser considerable dentro de la sociedad, - especialmente en los centros de trabajo- lugar donde las horas de permanencia es mayor que en las casas y cuando el nivel de acceso por parte de nuestra población a estos medios es potencialmente apreciable y funcional a partir de  la idea de que un individuo tiene la capacidad de propagar información a varios de ellos a través del comentario. Las vías principales de divulgación de los espectáculos culturales demuestran la aseveración anterior. (Anexo 4).



Anexo 3. Comportamiento de las informaciones referidas a la cultura en los diferentes espacios noticiosos durante los meses de Julio y Agosto de 2012.[1]





[1] Atendiendo al horario de salida al aire de los espacios se registraron 305 noticias en el horario matutino (desde las 6:00 AM hasta las 12:00 M), 331 en el vespertino (desde las 12 M hasta 8:00 PM) y 261 en el nocturno (desde 8:00 PM hasta las 12:00 PM).




Los estudios del 2011 acerca del consumo cultural en Cuba[4] en la población joven (grupo de 15 a 18 años), arrojaron resultados nada halagüeños. Se pudo constatar en aquel entonces, -por solo citar algunos ejemplos- que el género musical preferido para el 90.1 % de este grupo etario  es el reggaetón, el 65.4 % prefiere la música popular bailable (casino, salsa, merengue), el 48,3 % las baladas románticas, el 5.1 % la música tradicional, el 2.6 % la nueva trova,  y el 2.4 % la música clásica.


En cuanto al cine y los medios de comunicación masiva, los adolescentes reconocieron una alta asistencia a sus salas expresada en el 55,2 %,  y declararon ver televisión el 97 %, el 66.2 % declaró escuchar la radio, a ello se sumaron otros dispositivo como el video o el DVD que alcanzaron  la altísima cifra del 77.3 % de utilización.


Dado los resultados de la encuesta antes citada es obvia la aseveración de que, el no uso, o el inadecuado uso de las tecnologías de avanzada,  pueden dar al traste con resultados irreversibles en cuanto a la formación estética de la población, especialmente la población joven, ávida de  propuestas  novedosas y de mejor calidad. 


El segundo problema es entonces que el mundo  audiovisual nuestro no estimula el interés suficiente de un público heterogéneo con un grado de escolaridad que permite asimilar producciones más atractivas y mejores elaboradas. Las pocas propuestas de carácter nacional que se exhiben en la televisión se encuentran en desventaja tecnológica frente a las propuestas de los que por cuenta propia  diseminan y promueven  producciones de corte sexista, consumista y enajenado en discotecas, centros nocturnos y otra gran variedad de espacios públicos sobre los que el estado tiene responsabilidad administrativa. 


Estos son sólo algunos ejemplos del panorama de consumo cultural de hace apenas 2 años, que nos alertan de la importancia que reviste una política basada en la estrategia de producir materiales de calidad,  insertada en los hábitos de una población que usa las tecnologías de avanzada. 


No se trata de competir con las empresas que en el mundo – como en casi todas las ramas- dominan el mercado, sino de desarrollar  nuestra capacidad creadora y convivir con lo que ocurre fuera y en gran medida, al margen de las instituciones, en armonía con esa cultura que vive y se desarrollada por, y  a través de los  individuos, integrando también lo que se ha dado en llamar la cultura de élites  y lograr, la reflexión necesaria con una verdadera educación por el arte que involucre a todo y a todos. Trabajar en este sentido requiere tolerancia, dedicación, inteligencia, creatividad y esfuerzo, especialmente cuando el futuro se proyecta hacia una sociedad tecnologizada en casi todos los aspectos de la vida cotidiana.



Seguiremos hablando de tecnología y cultura...





[1] Aún este sitio tiene a mi juicio algunos mecanismos que ¨engrasar¨ especialmente en el control de la calidad de  los contenidos, que en muchos casos no parecen tener el rigor necesario para una publicación enciclopédica seria.

[2] http://www.one.cu/

[3] ¨Informe del monitoreo de verano de los espacios informativos¨. 2012. Centro de Comunicación Cultural (CREART)


[4] ¨Consumo cultural y adolescencia en Cuba. Reflexiones a partir de una Encuesta Nacional ¨ .Moras Pedro E, Linares E., Mendoza Y., Rivero Y. Instituto Cubano de Investigación Cultural ¨Juan Marinello, 2011.

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