martes, 29 de octubre de 2013

Canciones de cuna…canciones de machos.

 
Es indudable que Cuba ha alcanzado logros intangibles en relación a los derechos de la mujer,  especialmente a partir del triunfo revolucionario el 1ro de enero de 1959 donde casi masivamente ésta se incorporó a los quehaceres propios de una nueva y revolucionaria  etapa en el contexto del proceso de construcción de una sociedad de nuevo tipo.


Mucho se ha escrito y hablado sobre el feminismo, pero no lo suficiente,  y en ese empeño ponemos sobre la mesa un ejemplo más.

El tema que queremos tratar, nos hace pensar entre otras cosas, que el hombre por ser un ente social y cultural, mantiene viva (yo diría como una tradición) el supuesto de que, el papel de la mujer queda relegado a los quehaceres domésticos, resaltando además otras supuestas virtudes intrínsecas del género, convirtiendo en cierta medida este mal en un engendro que se globaliza, se aprende y se aprehende.

En este sentido podemos ver que la formación de los individuos desde la cuna, pasa por el incentivo de conductas machistas en el hombre, y en buena medida, por la  aceptación en la mujer de un comportamiento que podría llamarse de tradicional.

Es el caso del tema que da título a esta pequeña cavilación sobre las canciones de cuna (que seguramente más de muchos hemos escuchado a nuestros padres y abuelos), y cuya aceptación pasa por la ingenuidad de no detenernos a analizarlo, y que con seguridad, podría ser repensado.

Para no dilatar más el asunto vallamos a lo triste, aunque parezca divertido:
Ejemplo 1. Los pollos de mi cazuela

Los pollos de mi cazuela,
no sirven para comer,
pues son para las viuditas,
que los saben componer,…..

¿Por qué solamente las viuditas saben componer el pollo?  ¿Será que a los viuditos no le enseñan a cocinar?

Si hacemos una encuesta, probablemente más del 80 porciento de la población masculina no sabe ni freír un huevo y evidentemente mucho menos sabe de cualquiera de las tareas que se realizan en una casa. Esta linda canción  llena de ritmo y fácil de aprender probablemente no halla persona que no la conozca…pero... ¿Alguien habrá cuestionado alguna vez el mensaje subliminar que encierra?  -Es evidente que no, puesto que de ser así, probablemente habrían demandado al autor.

Ejemplo 2. Úrsula

Úrsula qué estás haciendo
tanto rato en la cocina
mamita le estoy quitando
las plumas a la gallina.

Este tema tiene su origen en los cantares populares. Probablemente quien compuso tan conocido texto fue un hombre, la conversación se da entre dos mujeres de generaciones diferentes (madre e hija), y el tema una vez más explora el quehacer de la mujer en el ámbito culinario.

Ejemplo 3. Arroz con leche

Arroz con leche se quiere casar
con una viudita de la capital
Rin Ran.

Que sepa coser, que sepa bordar,
que ponga la aguja en su canebá.
Rin Ran.

No se puede saber a ciencias ciertas el género de arroz con leche, pero se infiere su masculinidad puesto que se quiere casar con una viudita que sea muy avezada en los quehaceres domésticos. Es muy sintomático que  arroz con leche quiera una viudita que además,  viva en la ciudad, o sea, no es cualquier viudita.  ¿Cuáles serán  las habilidades de las viuditas que son tan codiciadas?

Ejemplo 4. Arrorró mi niño

Arrorró mi niño,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo,
de mi corazón.

Esta es la parte más conocida de esta nana de cuna, sin embargo, solemos mezclarla con otra que titulada  Duérmete, mi niño. Lo interesante es que después de buscar incansablemente  el texto completo en Internet, finalmente hallé  un trozo de estrofa que dice más adelante:

Duérmete, mi niño,
que tengo que hacer,
lavarte la ropa,
ponerme a coser.

Creo que no necesita comentario, ¿verdad?

Dentro de todas las ingenuas canciones que he encontrado hubo una que superó todos los records de machismo.  Lamentablemente no pude encontrar el año de edición pero lo sorprendente es que este libro fue editado por la editorial Gente Nueva y su título es Vamos a Cantar.

Para no escribir toda la canción me limitaré a escribir las dos  primeras estrofas y el resto estoy seguro que la identificaremos al momento, puesto que en nuestros años mozos (que todavía lo soy) las escuchamos más de una vez.

¿Cuál es Título?

LUNES ANTES DE ALMORZAR
Lunes antes de almorzar,
Una niña fue a pasear,
Ella no podía pasear
Porque tenía que lavar
Así lavaba así así,
Así lavaba así así,
Así lavaba así así,
Así lavaba que yo la vi.

El resto de la canción continúa de la misma manera cambiando solamente el día de la semana y la tarea que tenía la niña que el martes era planchar, el miércoles coser, etc. etc.  Hasta el Domingo en que le tocaba la honrosa tarea de tejer…

Podríamos llenar estas cuartillas de temas de esta índole, pero ciertamente no es el objetivo.

Lo más importante es llamar la atención hacia el rol que desde edades tempranas se les da a los niños y las niñas, puesto que no solamente se nos educa con estos cánones. Las conductas machistas se refuerzan cuando además, en edades tempranas, en los propios círculos infantiles se dividen los juegos en aquellos que son para las hembras y de varones, por el infundado temor de que cocinar, lavar, planchar, coser, limpiar pueden producir desviaciones de la conductas varoniles.

Tengo la profunda convicción de que ninguna de estas tareas debilitan el género masculino. Mi experiencia personal en la que desde los seis años me enfrenté a una vida de internado, hasta que culminé mis estudios universitarios, me ha enseñado a ser mucho más independiente y útil con mi pareja.

El tema de la aceptación por la mujer de estos roles que supuestamente son exclusivos de su género no es una condición biológica, sino cultural y social. Nos toca entonces a los padres enseñar a nuestros hijos, cual es la verdadera equidad.

A chacho, lo que más le gusta de chicha,
Es, que siempre tiene limpia la choza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario